El transporte de mercancías por el Mar Rojo incrementa un 350%
Hola, soy @sergio_ghfer, CEO & Lead Blockchain en Code Contract.
Este es un espacio donde escribo semanalmente compartiendo noticias, oportunidades, preocupaciones, retos y opiniones respecto a la implementación de las nuevas tecnologías frente a la privacidad y seguridad.
Las primeras plantas de producción ya empiezan a verse impactadas en los suministros debido a los retrasos de ciertos materiales, ya que el envío logístico se ha dificultado con el conflicto del Mar Rojo. Incluso los precios se empiezan a disparar por encima de un 350% dadas las dificultades del transporte y los cambios de rutas a los que muchas navieras se han visto obligadas por seguridad y garantías.
El conflicto del Mar Rojo ya empieza a tener sus primeros impactos “en tierra” tras las últimas semanas de inestabilidad, un hecho que se predecía en los primeros días en caso de que no se solucionara rápidamente esta situación.
En las últimas semanas, hemos ido viendo aparecer varias noticias sobre el impacto potencial que podría tener el conflicto del Mar Rojo. Algunos venían diciendo que, si se mantenía, empezaríamos a tener problemas de suministro debido al cambio en la duración del viaje; otros hablaban de un incremento de costes debido a la ruta alternativa que iban a tomar o incluso por las condiciones económicas que los empleados requerirían debido al riesgo que supone pasar por dichas zonas conflictivas.
Con el tiempo (no más de dos semanas), hemos empezado a ver el impacto de esta situación, que ha generado un estado de incertidumbre aún mayor en el sector logístico y en algunas plantas. En principio, todo apunta a que el impacto no será tan excesivo debido a los planes B de gestión (rutas alternativas, entre otros), pero de momento, el precio de los flotadores ya se ha disparado un 350%. Así que casi todas las predicciones parecen estar cumpliéndose.
Anteriormente, cuando han ocurrido “imprevistos” en el sector logístico, es como un dominó: cae una ficha y empiezan a caer el resto hasta ser capaces de detenerlo. Ya ocurrió con el atasco del Canal de Suez en el caso de Evergreen, y pudimos ver cómo varios puertos a nivel nacional e internacional multiplicaron el nivel de actividad en apenas unos días (por ejemplo, el Puerto de Valencia).
En el conflicto del Mar Rojo ya estamos empezando a ver esas consecuencias, más allá del incremento del precio por el cambio de ruta. Por ejemplo en algunos medios ya adelantaban noticias, fábricas como la de Michelin en Vitoria ya están empezando a detener la actividad y comentando a los empleados sobre parones de producción debido a la falta de suministro (por ejemplo, de materiales como el caucho).
Gran impacto de este incremento de precios, que también veremos en unas semanas como consumidores; nos lo vamos a encontrar en varios productos del día a día y va a ser difícil que no lo notemos. Al fin y al cabo, por el Mar Rojo circula cerca del 15% de las mercancías a nivel mundial.
Lo más preocupante en el sector es que el conflicto parece que no va a tener una solución rápida y que las misiones militares a nivel mundial pueden estar significando echar “más leña al fuego” en vez de “intentar calmar las aguas” en esta situación.
El poder logístico que tiene el Mar Rojo debido a su situación geográfica se convierte en un activo principal, donde se puede hacer mucho daño a nivel mundial debido a su dependencia de transitar tales volúmenes de mercancía a diario.
En esta situación, otros puertos estratégicos y con capacidad operativa, entre ellos el Puerto de Valencia, se vuelven el principal foco de atención sobre cómo se procesarán estos grandes volúmenes de mercancías de una forma rápida, ágil y sin significar un cuello de botella en el sector logístico. Otro plan que las empresas logísticas ya están empezando a llevar a cabo es cambiar los transportes marítimos por aéreos; aunque los costes se incrementan, el tiempo de recepción de la mercancía es algo que a las empresas les está compensando en su actividad.
En mi opinión, la logística es una actividad clave en nuestra economía de la que muchas veces no somos conscientes y que implica la interacción de muchos agentes a nivel nacional e internacional. Lo que lleva a complicar muchas actividades y a tener conflictos con terceros.
La economía globalizada, la situación de mercado y el acceso a información/productos de una forma sencilla están poniendo a prueba cada vez más las infraestructuras logísticas de las que disponemos. Esto está llevando a que veamos atascos o grandes dependencias sobre zonas geográficas concretas como es el Mar Rojo.
Seguramente el plan B (rutas alternativas y terceros puertos) es una solución eficiente con los recursos que contamos hoy en día, pero el incremento del precio, sumado a la incertidumbre económica, va a tener un impacto directo en los productos del consumidor final (ya que al final es quien paga el precio del incremento, que se va trasladando desde el inicio de la cadena de valor hasta el último agente; el consumidor final).
El sector logístico enfrenta grandes retos en los próximos meses y años, relacionados con la necesidad de agilizar ciertos procesos burocráticos y tener una mayor independencia sobre infraestructuras concretas a nivel mundial (por ejemplo, el Mar Rojo). Esto da lugar a oportunidades de reinventar e innovar el modelo de distribución logística; nada sencillo en base a la zona geográfica.
¡Muchas gracias y nos vemos el próximo martes!